¿Apostamos por la flexiguridad en el empleo?
Flexiguridad es un concepto que propone favorecer, por un lado, la flexibilidad del mercado de trabajo, la organización del empleo y las relaciones laborales, y por otro, reforzar la seguridad laboral y social, principalmente de los grupos menos favorecidos dentro y fuera del mercado de trabajo. La paternidad de este concepto se suele atribuir a T. WILTHAGEN, y su traducción literal al castellano no ha dejado de plantear problemas.
La expresión “flexiseguridad” aparece en primera vez en lengua inglesa, como “flexicurity”. Se trata de un neologismo, ideado a partir de las palabras inglesas “flexibility” y “security”, flexibilidad y seguridad. En castellano se ha traducido, siguiendo la misma técnica, por “flexiguridad”, que es la denominación más utilizada. Ocurre, sin embargo, que ciertos autores no utilizan esta expresión sino la de “flexicuridad”, con –cu en vez de –gu, al manejar directamente la expresión inglesa, mínimamente adaptada al castellano. Traducen en el término compuesto, en vez de componer uno con las palabras españolas correspondientes. En ocasiones se ha traducido también por “flexiseguridad”, y así se encuentra esta denominación en algunos documentos y trabajos científicos.
La Unión Europea busca un modelo laboral con más protección frente al desempleo.
Desde los años ochenta, las propuestas de reformas laborales sugerían la puesta en marcha de políticas de empleo que trataran de integrar conjuntamente la idea de flexibilidad y la de seguridad.
La integración de estas dos premisas continúa hoy siendo un reto del mercado laboral de la Unión Europea, y así lo pone de manifiesto el Libro Verde para Modernizar el Derecho Laboral para afrontar los retos del siglo XXI, presentado por la Comisión Europea en 2006.
Este modelo tiene como antecedente el que actualmente se utiliza en Dinamarca, donde han conseguido reducir considerablemente el tiempo de desempleo. En este país, entre 600.000 y 700.000 daneses cambian de trabajo cada año (flexibilidad en la movilidad). Aunque allí los trabajadores pueden ser despedidos con un preaviso de tres días sin ningún tipo de indemnización, pueden disfrutar, no obstante, de pagas de prestación por desempleo muy cómodas: reciben hasta un 90% de su salario, durante un máximo de 4 años (seguridad económica). Este sistema es viable, no obstante, porque en Dinamarca existe una política de activación, cuyo objetivo principal es incitar a los desempleados a encontrar rápidamente un nuevo trabajo, por lo que se incentivan los cursos de formación y los contratos por “sustitución” en puestos cuyos titulares se encuentran de permiso por motivos varios.
Salvador del Rey, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Pompeu-Fabra se muestra optimista y considera que es viable en España la importación del modelo danés. Apunta que “tenemos un sistema de relaciones laborales muy ventajoso, que está basado, al igual que el modelo nórdico, en el diálogo social y en el consenso”. Del Rey deja claro que en España tenemos las bases esenciales para ir adaptándonos a modelos mejores que tengan en cuenta la globalización, la innovación tecnológica y los cambios permanentes del sistema económico.
Rodríguez Piñero, experto laborista, y Del Rey coinciden en afirmar que el aumento de las posibilidades de recolocación y empleabilidad de los trabajadores en el mercado laboral pasa por la puesta en marcha de políticas activas que consistan en toda una serie de medidas preventivas que ofrezcan una formación y un aprendizaje permanente, fuera y dentro de la propia empresa. “Se trata de preparar a la gente para los cambios profesionales y facilitar la movilidad geográfica”, señala el consejero de Estado.
Un informe de la Comisión Europea presentado el 19 de febrero de 2007, que evalúa la aplicación en los Estados miembros de los programas nacionales de reforma en el ámbito del empleo. Este recoge que La escasa adopción de políticas destinadas a mejorar la capacidad de adaptación de los trabajadores es especialmente preocupante. El rápido progreso tecnológico y el aumento de la competencia global exigen mercados de trabajo flexibles. La reforma de la legislación en materia de contratos facilitaría la transición de un empleo a otro e incrementaría las oportunidades de los trabajadores de progresar, y otro tanto puede decirse del aumento de la inversión en formación. No obstante, como pone de relieve dicho informe, los esfuerzos realizados en este sentido han sido insuficientes. Este informe hace hincapié en la necesidad de un enfoque más amplio que combine políticas activas del mercado de trabajo, contratos flexibles, aprendizaje permanente y protección social.
Una futura comunicación de la Comisión sobre flexiguridad, cuya publicación está prevista para el verano de 2007, recogerá una serie de opciones destinadas a ayudar a los Estados miembros a encontrar la combinación de políticas adecuada para sus mercados laborales.
Las reformas apuntan a incorporar más mujeres, jóvenes y ancianos a la fuerza laboral, a modificar los sistemas de pensiones y salud y permitir que los ciudadanos trabajen más y en forma más productiva.
Espero que las futuras reformas que se plantean al respecto en la Unión Europea sean coherentes, que no perjudiquen al conjunto de pequeñas y medianas empresas que constituyen la mayoría del tejido productivo español, que no favorezcan el desmantelamiento de una parte de la industria propia y que no asfixien al resto del sector con una política económica que beneficie a grandes bancos y monopolios.
Fuentes utilizadas:
http://www.kaosenlared.info/noticia.php?id_noticia=30442
http://www.juntadeandalucia.es/empleo/Calidad/bienvenido/bfque-es-calidad-en-empleo/calidad-en-el-empleo-y-flexiguridad
http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=IP/07/202&format=HTML&aged=0&language=ES&guiLanguage=en
http://www.cafebabel.com/es/article.asp?T=T&Id=5027
2 comentarios:
Muy interesante el artículo y el término.
En el caso de Sendabide, que es una pequeña empresa, lo cierto es que tuvimos que dejar el previo lugar de trabajo porque las condiciones eran pésimas. Desarrollábamos una prestación súmamente especializada, un servicio que intentábamos fuera exquisito, las exigencias cada vez mayores...en fin, por eso nos lanzamos a crear nuestro propio lugar de trabajo, para poder desarrollar un método propio y explayarnos con las técnicas y estilo que más nos satisfacen.
En Sendabide siempre decimos que al que cuida hay que cuidarlo, y al que quieres que produzca tienes que estimularlo.
Saludos
Estoy de acuerdo contigo. Las políticas de empleo deben tender más a la estabilidad pero incentivando la productividad, la eficacia y la eficiencia. Es una tarea dificil para determinados sectores, pero como todo en la vida, lo dificil es empezar, una vez "embarcados" hay que seguir porque estoy segura que quienes trabajan quieren sentirse útiles.
Saludos
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