Yo uso en mi trabajo un ordenador personal, actualmente no podría concebir desarrollar mis tareas sin ese apoyo instrumental. De hecho, en 1985 recibí mi primer PC y desde esa fecha me ha acompañado (no ese concreto ¡claro!) a lo largo de mi vida laboral. A veces me ha dolido la espalda, el cuello, la cabeza... tengo presbicia, he sufrido con sus fallos y errores, en fin... Que forma parte de mi vida, lo reconozco.
Pero sé que no lo uso como debería y quiero aprender los buenos hábitos.
A este respecto, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo tiene publicada en su Web una "Instrucción básica para el trabajador usuario de pantallas de visualización de datos" que les recomiendo leer a todas aquellas personas que como yo usen de forma cotidiana el ordenador.
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