La ruta de los madroños
La última excursión por el Camino Real del Sur ha sido estupenda, me encanta Güimar y su clima, en la zona en la que vivo todavía no salen ni los pocos ajos que he plantado, solo proliferan las plantas de agua y mis queridos limones; en cambio, en Güimar las hortalizas y verduras están preciosas, la flora autóctona emite todos sus efluvios para el disfrute de los caminantes. El incienso canario está en pleno apogeo y estuve percibiendo su olor, que se impregnó en mi ropa, hasta que me fui a la ducha.
Así que quiero repetir senderismo en ese municipio y hemos elegido la ruta de los madroños, que empieza en el barrio de San Juan, de donde ha sido sacada la foto.
La ruta parte desde la Hidro y en ascenso continuo por la pista empedrada, se llega a una bifurcación unos 200 metros más arriba. Se ha de tomar la pista que asciende a la izquierda, ya que de frente la pista, sin salida, termina en unas colmenas. Continuando el ascenso, el camino se torna en vereda tras otros 100 metros de gran desnivel, una vez sobrepasada la tubería de la Hidro, visible en el lado izquierdo de la pista. Tras varios ejemplares de eucaliptos se avanza en ligera subida por el sendero que bordea la Ladera, caracterizada por la presencia de madroños. Hay que tener precaución con algunos puntos de este sendero donde existe un riesgo moderado de caída. La ruta atraviesa un pequeño bosque de laurisilva canaria, único en el sur de la isla, para alcanzar el cauce tras una hora de camino. En él se ubica la antigua Galería de los Viñátigos. El sendero termina unos metros más adelante, al llegar a un zarzal que se extiende bajo un salto natural de unos 20 metros de altura. Por encima de este salto se sitúa el conocido canal de los 1000m que lleva el agua hacia Santa Cruz. Se regresa por el mismo camino realizado.
Ahora queda ver si se dan todas las circunstancias necesarias para que podamos salir de caminata el día programado.
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