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Desde que nacemos estamos influenciados por los distintos códigos éticos existentes en el espacio social en el que nos desarrollamos como personas: el de nuestra familia, el de los educadores, el de nuestros amistades, el de los grupos sociales de los que formamos parte ( deportivos, lúdicos, académicos, profesionales ...), el de los distintos medios de comunicación, etc.
Yo siempre me he considerado una persona honrada y me siento orgullosa de ello; tengo mi propio código ético que creo no difiere en su esencia de cualquier otro que tenga en cuenta el respeto más absoluto tanto al ser humano como a todo aquello que forma parte de la vida y de lo que depende nuestra supervivencia como especie.
Este post pretende ser un homenaje a todas aquellas personas que se mantienen inquebrantables en cuanto a su código ético de conducta, que por supuesto abarca tanto sus actuaciones a nivel personal como laboral, que estoy segura que somos las mas numerosas.
Para recordar:
La imagen es gentileza de Blogotipo