La Unión Europea nos consulta
La biodiversidad de Europa está amenazada por la intrusión de especies extranjeras tales como la
rata almizclera o el
perejil gigante, pero se sabe poco acerca de la amplitud del problema. Estas especies exóticas invasoras pueden afectar a la flora y a la fauna locales y causar daños considerables a la naturaleza y a la economía. La Comisión uropea acabade lanzar una consulta en línea para recabar sugerencias sobre la forma más eficaz de abordar esta cuestión a escala de la UE. Los resultados de la consulta se utilizarán para la preparación de una Comunicación de la Comisión relativa a un marco comunitario para las especies exóticas invasoras, cuya adopción está prevista para finales de año.
El Comisario Dimas ha afirmado: «Europa tiene el compromiso de detener la pérdida de biodiversidad de aquí a 2010. Sabemos que las especies invasoras son una de las mayores amenazas para la biodiversidad, lo que, con frecuencia, tiene repercusiones económicas negativas, pero carecemos de un sistema armonizado que nos permita hacer frente al problema y evaluar sus efectos. Una amplia respuesta pública a esta consulta permitirá delimitar el alcance del problema y, en última instancia, nos ayudará a instaurar un mecanismo apropiado para atajar definitivamente el problema».
En esta consulta en línea se puede participar desde el 3 de marzo hasta el 5 de mayo de 2008. Todas las partes interesadas, incluidos los ciudadanos, los representantes de la industria y de los consumidores, los grupos de interés, las ONG y otras organizaciones, están invitados a aportar información y a manifestar sus opiniones. Los resultados de la consulta se utilizarán para la elaboración de una política comunitaria relativa a las especies exóticas invasoras, cuyos diversos elementos se presentarán en una Comunicación de la Comisión a finales de 2008.
Los ecosistemas son dinámicos por naturaleza y muchas especies se aclimatan lejos de su lugar de origen. Estas introducciones son con frecuencia el resultado de la acción humana; así, los rododendros europeos tienen su origen en el Himalaya y algunos componentes básicos de la dieta europea, tales como los tomates, las patatas o el maíz, proceden de América. Sin embargo, si bien muchas de las especies introducidas aportan beneficios considerables a las economías locales, otras alteran el equilibrio y proliferan de manera muy destructiva para el medio ambiente y los intereses humanos y económicos. Europa carece actualmente de un marco coherente para hacer frente a estas especies, y las fragmentadas medidas existentes no parecen ser muy efectivas para reducir los riesgos que presentan estas especies para los ecosistemas europeos. Esta consulta es un primer paso para abordar el problema a escala europea.
La UE ya cuenta con una «reserva» substancial de especies extranjeras. El Mediterráneo, por ejemplo, ha sufrido importantes daños por la presencia de Caulerpa taxifolia, un alga invasora. Una gran parte de Europa occidental también ha padecido las graves consecuencias medioambientales y económicas de la presencia del mejillón cebra (Dreissena polymorpha), que impide la alimentación de las centrales eléctricas y compite con las poblaciones de mejillones autóctonas. El pez asiático Pseudorasbora parva se ha extendido rápidamente en Europa desde su introducción en los estanques rumanos próximos al Danubio en la década de los 60, con graves consecuencias para las especies nativas debido a los parásitos que trae consigo. La solución de estos problemas puede ser extremadamente cara. Alemania, por ejemplo, destina anualmente unos 44 millones de euros a la lucha contra los daños en las riberas de los ríos y en las presas producidos por la rata almizclera y por plantas exóticas como las del género Poliogonum y el perejil gigante.
Muchas de estas introducciones involuntarias son el resultado de los intercambios comerciales y de la movilidad interna. Otras causas habituales son la fuga de especies de jardines o de acuarios (es el caso de la mayoría de plantas exóticas que se encuentran en estado silvestre), de situaciones de cautividad (en el caso de la mayoría de los mamíferos invasores) o de la acuicultura. La introducción intencionada de fauna exótica en hábitats de agua dulce por parte de los pescadores recreativos es otra de las causas frecuentes. En el medio marino, los organismos acuáticos dañinos inician su viaje en las aguas de lastre de los buques en algún lugar del mundo para terminar en otro muy distante.
La biodiversidad mundial se encuentra actualmente bajo una enorme presión debido a las numerosas amenazas derivadas con frecuencia de la actividad humana y agravadas por el cambio climático. Las especies exóticas invasoras son parte del problema. La biodiversidad sustenta el flujo de bienes y servicios ecosistémicos (alimentos, combustibles, fibras, calidad del aire, calidad del agua, fertilidad de los suelos y ciclo de nutrientes), y es un recurso fundamental para el turismo. No obstante, aproximadamente las dos terceras partes de los servicios de los ecosistemas mundiales se encuentran en declive. En la UE esta degradación se traduce en agotamiento de las poblaciones de peces, grave deterioro de los suelos, costosos daños de las inundaciones y desaparición de la fauna salvaje.
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