Anímate a practicar senderismo

 Cuando era jovencita quemaba mis energías en la montaña, ya fuera organizando viajes con mis amistades o a través de grupos especializados. Cuando empecé mis andanzas como madre y desde que mis retoños fueron aptos para el pateo realizaba rutas fáciles pero no asiduas ya que al vivir en una isla los peques demandaban playa y juegos de arena.

Empecé de nuevo a practicar senderismo asiduamente cuanto terminé las labores de crianza y gracias a ello me mantengo activa, fuerte y disfruto enormemente de la naturaleza.

En ésta página se puede conocer como nos beneficia esta práctica deportiva. 

Según los expertos, el propio hecho de moverse de forma natural te hace más feliz, también han descubierto que 20 minutos practicando una actividad física ligera, como caminar, son más beneficiosos que aquellas actividades de alta intensidad.

El senderismo es una forma de ejercicio aeróbico que ayuda a fortalecer el corazón y los pulmones, mejorando la circulación sanguínea y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas.

En ésta otra página tienen argumentados más beneficios.

El neurocientífico Daniel J Levitin explica en su libro “Successful Aging” que la práctica del senderismo para mantener activas las partes del cerebro que estimulan nuestra capacidad de navegación y dirección.

Yo personalmente me identifico con esta afirmación: el senderismo en grupo fomenta el compañerismo, la seguridad, el aprendizaje mutuo y la conexión con la naturaleza y los demás. Es una experiencia enriquecedora que brinda beneficios tanto físicos como sociales y emocionales.

Ya saben, ¡a caminar!

Sudokus, es el momento de jugar

Desde que he empezado a disfrutar de mi merecida jubilación he notado que en determinados momentos me ha fallado la memoria reciente. Pongo dos ejemplos para que sirva de referencia: Acabo de terminar de regar, pero no tengo conciencia de haber cerrado el grifo. Voy a comprobarlo y si lo he cerrado. Me preparo un café y lo llevo a la mesa. Me pregunto si le he puesto azúcar. Lo pruebo y veo que tiene.

Lo del olvido de nombres no es nuevo, al poco tiempo me vuelve la memoria, pero soy consciente de que me pasa según que día tenga, si estoy más o menos cansada.

Definitivamente debo activar mi mente ahora que todavía es momento para ello. No me puedo permitir olvidarme de disfrutar de la vida en su plenitud.

Una de las actividades que he decidido realizar durante un rato y diariamente siempre que pueda es hacer sudokus.

He leído que las personas mayores que tienen como hábito hacer crucigramas o sudokus tienen mejores razonamientos, atención y memoria, concretamente presentan una función cerebral equivalente a tener 10 años menos.(Eso me gusta).

El Sudoku es un rompecabezas con un diseño sencillo y reglas claras y sin trampas. Uno de sus principales beneficios es que mejora la concentración. Este juego obliga al pensamiento lógico y cualquier interrupción, por pequeña que sea, estropea el raciocinio y fuerza a quienes juegan a empezar nuevamente todo su análisis.

También ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Durante este proceso, el cerebro está totalmente enfocado en la tarea en manos, al punto de olvidar la fuente de estrés o ansiedad. Esta pausa puede ser suficiente para que recuperemos el equilibrio y calmemos la mente y el cuerpo. 

Mejora la capacidad de resolución de problemas, que con el paso del tiempo afectará a la vida diaria de quienes jugamos. Pasaremos a reconocer de una forma más eficiente cuales son las mejores opciones de las que disponemos para alcanzar el objetivo deseado.

Jugando mejoraremos la memoria y el raciocinio lógico. Tener pensamiento lógico es el único requisito del Sudoku. Incluso en este caso, el raciocinio que demanda es uno sencillo: si A es verdadero, entonces B es falso.

Este es un juego individual y de auto recompensa. Es una oportunidad para poner a prueba nuestras capacidades sin cualquier interferencia externa.

¡A jugar!

Volver a empezar

 Queridos y queridas lectoras, hoy me he levantado pensando en este blog en el que antaño plasmaba mis inquietudes, mis alegrías y tristezas, mis recuerdos y mis deseos... en fin, este blog en el que dejé de escribir cuando facebook inició su andadura. Desde entonces ha caído agua, lágrimas, mucho sol y muchas decepciones, pero también se han producido cambios importantes en mi vida que me han hecho crecer y madurar, tanto que ha llegado mi jubilación y con ella el poder disfrutar de más momentos para mi llenos de expectativas ilusionantes. Por eso he decidido volver a escribir, ahora que soy jubilata, he crecido como persona y continuo llena de vida.

A partir de ahora voy a intentar transmitir lo que realmente me apetezca así como lo que piense que pueda interesar dentro de este mundo cambiante en el que la vida es moneda de cambio, en el que el planeta solo interesa por lo que de beneficios económicos, sin importar a que precio y en que no deja lugar a nuestros futuros descendientes, que de seguir así se encontrarán si cabe con solo una ilusión, la de sobrevivir.