viernes, enero 05, 2007

Carta a los reyes Magos

Creo que ya es tarde para enviarla, pero ahora que me he reincorporado al trabajo, quiero pedir algo especial: que no me dé el síndrome de Burnout, por favor.

Esto puede ser algo difícil de conseguir en mi organización porque reconozco que no se esfuerza en absoluto por evitar este síndrome entre sus empleados. pero, ¿de qué hablo?, pues bien, este síndrome, llamado también el "síndrome del trabajador quemado"( que quede claro que no solo le pasa al trabajador, sino también a la trabajadora) es definido por la psicóloga Rosa Mª Sarasa Aceituno, de la siguiente manera: "Con él se hace referencia a un tipo de estrés laboral que afecta a aquellas personas en cuyo trabajo establecen una relación de asistencia a los demás. Éste es el caso de profesiones como las de policía, enfermería, profesorado, medicina, servicio público y, en general, todas aquellas ocupaciones en las que se está en contacto directo con otras personas para ofrecerles un servicio."

Según indica esta psicóloga, en 1974, Freudenberger, el primer autor que habló de este problema, definió este término de la siguiente manera:
"Es un estado de fatiga o frustración producido por la devoción a una causa, manera de vida o relación; que fracasa en producir la recompensa esperada".

El Burnout consiste, en general, en un estado de decaimiento físico, mental y emocional que tendrá los siguientes síntomas cognitivos:


  • Sentimiento de desamparo.

  • Falta de esperanza.

  • Vacío emocional.

  • Actitud pesimista hacia la vida, el trabajo y las personas.

  • Baja autoestima.

  • Sentimientos de inferioridad e incompetencia.

Los síntomas físicos son:



  • Cansancio.

  • Dolores de espalda (producidos por la tensión).

  • Accidentes.

  • Mayor tendencia a enfermar: frecuentes procesos gripales, trastornos gastrointestinales.
    Trastornos del sueño.

El cansancio emocional produce:



  • Pérdida de interés y ganas, sentimiento de depresión, que pueden llevar a una patología grave.

  • Posibles pensamientos de suicidio, si se extrema este problema.

El blog Tendencias 21 dedica un artículo a este síndrome, que me ha parecido muy interesante, al estar enfocado a la organización. destaco del mismo lo siguiente:


Según un estudio llevado a cabo por la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, el elemento que más influye negativamente en el “burn-out” (síndrome del trabajador quemado), no son las reivindicaciones laborales ni la personalidad del trabajador, sino la ausencia de reconocimiento hacia éste, plasmada en la falta de respeto. El estudio apunta como posibles soluciones revisar la cultura empresarial o dar más autonomía a los trabajadores.


...


El estudio se centra en el sector sanitario, pero sus resultados están siendo aplicados a un amplio abanico de sectores. En concreto, Barsade cita una extrapolación que hizo del mismo en el departamento legal de una gran empresa inmobiliaria. En ese caso, descubrió que ese departamento era llamado en la empresa “los improductivos”.Y eran llamados así porque no generaban dinero directamente, sin tener en cuenta que su trabajo mejoraba la operatividad de la compañía. “Este es un buen ejemplo de una cultura empresarial no basada en el respeto”, apunta el profesor Barsade.


Como posibles soluciones para evitar este síndrome en las organizaciones, el estudio, según se indica en este artículo, indica las siguientes:


En primer lugar, recomiendan contratar gente que no vaya a estar estresada por el trabajo en sí. Asimismo, sugieren cambiar la forma de enfocar el trabajo y hacer éste menos demandante. En tercer lugar, instan a que se reconsidera la cultura empresarial para frenar el “burn-out”, que es cada vez es más gravoso. “Las empresas deben preguntarse si sus valores, incluido la manera en que se trata a los empleados, influyen en la forma de trabajar”.


Rosa María Sarasa Aceituno propone las siguientes medidas para evitar el síndrome:



  • Durante la etapa formativa, se debería buscar tener una visión realista de la futura ocupación, mediante la realización de prácticas y evitando formarse expectativas exageradas que frustrarán al profesional.

  • Fomentar las relaciones sociales mediante la mejora de habilidades para tratarse con los demás.

  • Aprender a disfrutar del tiempo libre y saber distribuirlo.

  • Limitar el contacto con los pacientes, alumnos, público... para que éste no se produzca de forma constante.

  • Crear grupos profesionales, de apoyo.

  • Formación continua y plan de carrera.

  • Recompensar el trabajo, pero no utilizando de forma exclusiva el dinero.

  • Proporcionar todos los medios y recursos que la persona necesite para realizar sus tareas.

Este síndrome también puede afectar a los blogger, y si no lo creen, pueden leer este artículo publicado en el blog de "El documentalista enredado"


Y para terminar, una frase genial del director de cine Woody Allen: "No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo sino, simplemente, no muriendo".

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