lunes, enero 22, 2007

Se acabó el Rally Dakar 2007 pero queda la "solidaridad"

Hace casi treinta años Thierry Sabine abrió las puertas del continente africano a aventureros y pilotos de todo el mundo con la organización del primer Rally París-Dakar.
El Dr. Xavi Mir, un médico traumatólogo vinculado al mundo del motor participó en este raid en el año 2005 como miembro del equipo KTM-Repsol. Consciente de las tremendas limitaciones y necesidades que tiene el continente africano en materia de sanidad y salud pública, el Dr. Mir decidió que quería aprovechar esta oportunidad para aportar su ayuda y colaboración desinteresada a estos pobres países por los que transcurre el raid más importante del mundo.

Ese primer año el Dr. Mir y sus colaboradores realizaron en persona los primeros contactos con algunos hospitales de la zona para conocer sus necesidades y poder entregarles la ayuda en mano, ayuda que consistió en un poco de material que el Dr. Mir había reunido poco antes de partir hacia África, para no ir con las manos vacías en esa primera toma de contacto. Chinguetti fue la ciudad escogida para arrancar este proyecto y conjuntamente con la persona encargada del hospital de la localidad se hicieron los preparativos oportunos para que pudieran recibir esa ayuda. El material lo entregó el propio Dr. Mir en persona en el coche de asistencia del equipo KTM-Repsol, pues el objetivo de esta iniciativa era, y es, que esta ayuda llegara a su destino y ésta es la única manera de hacerlo con total seguridad.

Tras esta positiva experiencia se creó la Fundación Dakar Solidario, que pretende hacer llegar a los hospitales y centros médicos de la zona medicamentos, equipamiento y material médico aprovechando la celebración del Rally Dakar, y que hasta ahora ha podido hacerlo gracias a la inestimable colaboración de la A.S.O, cada vez más involucrada con este proyecto humanitario. Del mismo modo que lo están algunas importantes instituciones médicas y multinacionales farmacéuticas, el equipo Mitsubishi-Repsol y personalidades del mundo del motor, entre las que hay participantes del Dakar.

La experiencia acumulada en 2005 y los contactos realizados por el Dr. Mir sirvieron para hacer un despliegue mayor y más efectivo en 2006, y los hospitales que recibieron la ayuda de la Fundación Dakar Solidario fueron los de Atar, Chinguetti Nouakchott y Dakar; en dos camiones y un avión de carga llenos de material se distribuyeron 70 unidades de instrumentación y aparatos médicos, medicamentos, material de primera necesidad sanitaria, material de enfermería, alimentación nutricional y un quad, entre otro material médico-sanitario. Ese año también se hicieron visitas a nuevos hospitales que recibirán ayuda humanitaria durante la edición del Dakar 2007. Siguiendo su filosofía, la Fundación ha repartido de nuevo todo el material de la mano del Dr. Miry este año pretende ampliar el número de hospitales que recibirán dicha ayuda y hacer el seguimiento con los que ya se han visitado hasta ahora. En esta edición de 2007, que acabó ayer,la caravana del Dakar Solidario (diez personas, dos camiones y dos coches de asistencia y un camión de avituallamiento) ha repartido 1.000 cajas de medicamentos y 50 aparatos médicos. Entre el material que se ha llevado a África este año hay medicamentos, neveras, alimentación nutricional, miniclaves, una ambulancia, vendajes, material de primeros auxilios, sueros y 150 unidades de instrumentación y aparatos médicos (camas, incubadoras, electrocardiogramas, respiradores, etc). Los destinatarios han sido siete centros: cinco en Mauritania y, por primera vez, dos en Senegal. Y el elemento estrella, cuatro aparatos de diálisis para el Hospital Nacional de Nouakchott, la capital mauritana. Hasta ahora, sólo había tres aparatos de este tipo en todo el país.
En todo caso, el centro que tiene una significación más singular para la caravana es el Hospital de la Fraternidad, situado en la localidad de Chinguetti, en pleno desierto del Adrar. Fue el primer hospital con el que contactó Mir y es el único creado y sostenido desde España. El responsable de la iniciativa es Alfonso Torres, un constructor murciano que, junto a su mujer Ana, puso en marcha el centro en abril de 2004. El amor de Torres por Mauritania nació hace 25 años, en un rally Madrid-Las Palmas-Nouakchott. Alfonso y Ana destinaron todo el dinero recogido en su boda a iniciar el hospital. 'Nos quedamos sorprendidos por las carencias de la zona y las condiciones en las que daban a luz las mujeres. Y lo que al principio parecía un sueño, empezamos a trabajar en serio y, casi sin ayuda de la Administración, lo hicimos realidad'.

Ahora, el Hospital de la Fraternidad es 'la Clínica Mayo de Mauritania', como describe gráficamente Xavier Mir. Con un aspecto similar al de un buen ambulatorio español, su gestión está ahora en manos de Orville Báez, un médico venezolano que lleva ya 18 meses en el lugar y cuya vinculación con el centro vence en mayo. 'Buscamos alguien que quiera venirse aquí', explica. Orville, que se especializó en salud pública y medicina humanitaria en Alicante y está al frente de un equipo de 15 trabajadores, que incluye una matrona y cuatro enfermeros locales, algunos de los cuales han recibido formación en España, como N'Gaide Mohammed, que ha estudiado en Almería. El objetivo es que la gestión pase a manos mauritanas a partir de 2009. Puntualmente, también cuentan con el apoyo de médicos españoles voluntarios, que trabajan por uno o dos meses.

El centro, que cuenta con laboratorio, rayos X y ecógrafo, atiende a unos 600 pacientes cada mes y tiene 12 camas, se ha convertido de facto en el hospital de referencia no sólo de Chinguetti (3.000 habitantes) sino de Atar, la capital de la región, que está a más de una hora de camino, y de poblaciones incluso más lejanas. 'Soy el médico del pueblo y aquí estoy de guardia 24 horas al día, todos los días del año', señala Báez. El hospital ha puesto en marcha un programa pionero para asistir a las madres en el parto y hasta que los niños tienen tres años. Y sus resultados son espléndidos: en el primer año de funcionamiento sólo atendieron a once embarazadas; ahora, dos años después, llegarán a los 200 partos.

La organización está patrocinada por Repsol, Mitsubishi Motors, el Vall d'Hebron, la Dexeus y el Hospital Sant Pau de Barcelona. Entre sus vocales, el propio Nani Roma, Marc Coma o Jordi Arcarons.
Es de destacar que mediante esta atípica participación, la ayuda llega íntegra, ya que aprovecha la estructura logística del Dakar y evita en parte los controles fronterizos que reducirían los cargamentos de material médico, quizás a un 40%.

La información la he obtenido de:

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